El viajecito... Bastante largo, sobre todo teniendo en cuenta que antes de las 4h ya estábamos en el aeropuerto. Gracias papa!! El peso de las maletas mejor que bien calculado, ninguno de los dos excedimos los 20 kg, que en mi caso, es todo un mérito. Y en el caso de Isaac, toda una suerte! ;) Viajamos via Lisboa, y una vez allí tuvimos el primer gran susto:
Isaac: -Quan arribem a Luanda, a part del carnet de vacunes i passaport, ens demanaran alguna cosa més?
Joan: -Els... carnets de vacunes!!!!- con ojos de pánico y las manos en la cabeza-. -Anna, diga'm que els has agafat tu...
Anna: - Jo?? Els carnets? Quins carnets? Per què els volem?
Sí... Joan con mil cosas en la cabeza, y yo, completamente ajena a la importancia de esos carnets, nos los dejamos en casa. Muy bien puestos en su cajoncito, por cierto! Rápidamente llamamos a nuestra heroina Emi (mil gràcies!!), que fue a nuestra casa a cogerlos, escanearlos y enviarlos por correo, a nosotros y al "mago Catraio", un trabajador del club de futbol encargado de llevar las gestiones relacionadas con el aeropuerto, para que los imprimiera y llevara al aeropuerto y nos dejaran salir. Con muchos nervios cogimos el siguiente avión con destino a Luanda, aunque el sueño nos venció enseguida y nos dormimos antes de despegar. El siguiente susto nos lo llevamos minutos después, cuando nos despierta un azafato con 8 fotos de carnet de Joan en mano, diciéndonos nosequé en portugués. Las únicas palabras que entendimos fueron " bomba, maleta y ven conmigo". Inmediatamente después, otro azafato dice por megafonía algo sobre Joan Oliva y el club de futbol 1ro de agosto. No sabíamos si levantarnos a saludar a todo el mundo o rezar para que los asientos del avión nos tragaran!! La cantidad de posibles historias que se nos pasaron a los 3 por la cabeza es innumerable... Que si Catraio ha movilizado las líneas aereas TAAG para que nos dejen salir del aeropuerto sin tener los carnets de vacunación , que si en el momento del control de maleta de mano nos han robado las fotos y ves a saber qué más ( lo que sea menos la Play, eh, Joan?? Jajaja!). Al final Joan se fue con ellos a aclarar la situación, y se ve que algún listillo rezagado, al ver que su equipaje de mano no cabía en los altillos del avión, bajó la maleta de Joan para dejarla en mitad del pasillo y guardar la suya. Grrrr...!! Total, que una azafata vio una maleta ahí enmedio, la levantó preguntando de quién era mientras nosotros dormíamos y al ver que nadie respondía la abrieron e investigaron por si había una bomba, de ahí que cogieran las fotos de Joan y supieran lo del club. Al final la cosa quedó en nada, pero el susto no nos lo quita nadie.
Una vez en Luanda no fue difícil pasar la aduana y la zona de revisión de vacunas, una simple llamadita a Catraio y ale, a por las maletas.
Salir del aeropuerto fue toda una experiencia. El calor, el olor, el desorden, la cantidad de coches que había, la gente, las miradas curiosas... Y el cansancio, que quieras o no, también influye en las impresiones. Nos vino a buscar un chofer (odio esta palabra... creo que prefiero su versión portuguesa, "motorista") con uno de los coches del club, con su escudito y todo, oooh! Jeje! Tengo que confesar que al subir al coche, con Joan cogiéndome de la mano, me sentí a salvo. No es que me sintiera en peligro en la calle de delante del aeropuerto, pero ya se sabe que lo desconocido y lo distinto provoca respeto, y si sumas las dos cosas... No sé, dejémoslo en inseguridad. Y ya dentro de la fortaleza del todoterreno que nos llevaba al hotel, había que observar todo a través de la ventana, no quería perder detalle de lo que va a ser mi ciudad durante un tiempecito. Y qué vi? Vi pobreza, pero también vi optimismo y orgullo. Gente muy diversa en la manera de vestir andaba por las calles con cierta prisa, algunos muy trajeados, otros con ropa vieja, pero todos pisando el mismo suelo, un suelo que sin duda ha sufrido mucho pero que ha resistido. Las carreteras son un caos y el tráfico un auténtico peligro. Una moto nos intentó avanzar en una curva, pero el espacio entre nuestro todoterreno y la acera se hizo demasiado pequeño para ella, y allí se quedó atrapada y cayó, justo por el lado de la ventana de Joan. Ver caer la moto y a sus dos pasajeros sin casco me asustó bastante, pero ver que nuestro motorista (el chófer!) no hizo absolutamente nada al respecto, sino que siguió adelante como si nada, me dejó atónita.
Una vez en el hotel y ya dentro de la habitación pude verbalizar mi impresión. Tan sencillo y significante como un: - Estic flipant.
Supongo que todo será acostumbrarse, pero me enfada decir que podré acostumbrarme a este desorden tan injusto. De momento sólo puedo observar lo que me rodea, luego veré dónde entro yo. Dentro de esta confusión, ahora mismo el sentido está a mi lado, se llama Joan.
..i tu el meu!! Tíssim!!
ResponderEliminaraixxxx!!! carinyetes molta paciència, costa adaptarde a realitats tant diferents, oi? Mira que en som, de consumistes!!! I la gent pot ser feliç amb molt poquet.....
ResponderEliminarWapis!!! Kina aventura el primer dia!!! M'he rigut molt però suposo que en el moment no van ser riures precisament per vosaltres!! Ja us dic k seré fidel seguidora del blog! M'encanta la idea, així estarem ben informats!! Un besoteeee (vaig a llegir el dia 1)
ResponderEliminargracies per aquest blog bunica!
ResponderEliminarvull més!!
mil petonet pels dos!
Hola!!! M'encanta aquest blog-diari! Les teves primeres impressions em recorden al meu viatge a la Índia...
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