viernes, 15 de febrero de 2013

Carnaval



El pasado día 12 fue la gran fiesta de Carnaval. En realidad las fiestas empezaron el 9, o el 10, o incluso el 13, eso nunca lo sabremos con exactitud, porque preguntábamos a todo ser viviente y nadie lo tenía claro. Sea como sea, el 12 hubo fiesta seguro porque la vimos con nuestros propios ojos, gracias al motorista Martino. Nos vino a buscar al hotel y aunque el tiempo no acompañaba, nos llevó hacia el meollo. En un mes que hemos estado aquí no ha llovido ni un sólo día, y la lluvia ha tenido que dejarse ver justo el día que teníamos planeado salir toda la tarde...

Martino no lo tuvo fácil para encontrar aparcamiento, pero por fin pudo dejar el coche en un lugar apartadito, a un paseo del espectáculo. Fuimos caminando, por primera vez por una zona de lo menos turística, con vistas espectaculares a miles de chabolas. Caminar entre chabolas sigue siendo una asignatura pendiente, todo llegará. La calle, aunque ancha, estaba repleta de gente, algunos disfrazados: cirujanos, conejitas y algún Spiderman, como siempre, y gente con el cuerpo pintado de blanco o un simple gorro divertido en la cabeza. Había mujeres que iban disfrazadas con el traje típico de aquí. Todos los disfraces muy sencillitos pero apañados. Nosotros improvisamos algún dibujillo en la cara :) Como ya es habitual, muchos nos miraban y hasta alguien nos hizo una foto, y es que esto de ser los únicos blancos llama bastante la atención, incluso en carnaval.

Aún lloviendo, Martino nos llevó a unas gradas, una zona que enseguida vimos que estaba mucho más vacía, y es que cada asiento valía 1000 Kz (unos 8 €). La carpa principal ya estaba ocupada por el Presidente y los suyos, y justo delante, al otro lado de la calle, había otra carpa, pero ya estaba llena, así que tuvimos que conformarnos con la carpa de al lado, que aunque no tenía las mejores vistas y estaba descubierta, estábamos en primera fila. Que los asientos se hubieram convertido en mini piscinas fue un problema sólo los primeros minutos, porque luego estubimos todo el rato de pie.

El espectáculo comenzó tarde por culpa de la lluvia, y aunque nos mojamos bastante valió la pena. Había unos 20 grupos que competían entre ellos con sus disfraces y bailes temáticos, la mayoría de los cuales tenían mensajes muy interesantes, como la lucha por el desarrollo de Angola o las críticas a la situación caótica y siniestra del tráfico de Luanda. Mientras disfrutábamos de un espectáculo que cada vez nos parecía más inteligente, nos estropeaba la visión algún loco o grupo de locos que la liaban. Uno se bajó los pantalones y se limpiaba el culo a conciencia con agua encharcada a cada cinco metros y otro bailaba como un loco mientras rompía un papel a pedacitos que iba tirando al suelo al ritmo de la música. Y no, no formaba parte del espectáculo, eran Jimmy Jumps angolanos, que llevan este tipo de travesuras en las venas.

Durante el desfile cada grupo bailaba una coreo que de lejos parecía bien preparada, aunque cuando pasaban cerca era evidente que cada uno iba a su bola, pero oye, colaba! Por desgracia las coreografías más trabajadas sólo las disfrutaba el presidente y su séquito, porque los bailarines se paraban delante de él y danzaban en sentido a él. Aún así, disfrutamos mucho de las cinco comparsas que vimos, y sólo fueron cinco porque cada una duraba una media hora como mínimo y no nos gusta estar solos por ahí tan tarde. Martino tuvo que irse enseguida porque el jefe le reclamó, una pena porque nos apetecía estar con él para que nos explicara cosillas y que él también pudiera disfrutar del espectáculo. Pero antes de las 19h vino a buscarnos para traernos al hotel.

A falta de Martino, durante el desfile le íbamos preguntando dudas a una chica muy simpática que teníamos al lado, y nos avisaba cuando veía un famoso o bailaban una danza tradicional. También nos dijo que su familia le había escrito un sms en ese momento, diciendo que acabábamos de salir por la tele, ella, sus amigas y tres blancos. Al otro lado teníamos a un grupito de niños de unos cuatro añitos o menos, que nos miraban curiosos y poco a poco iban invadiendo nuestra zona, que cedimos encantados. Otra niña algo mayor se nos puso al lado para examinarnos mejor, y al sonreírle disimulaba, como si estuviera ahí cerca por casualidad.

Fue genial vivir un día tan importante en Luanda rodeados de angolanos, como si formáramos parte de ellos, como si no hubiera diferencias. Pero más adelante, lejos de las gradas y donde las comparsas ya no bailaban, había mucha más gente, una mayoría que tenía que conformarse con escuchar la música de fondo y ver las comparsas deshechas. ¿Qué costaba dejarles acercarse un poco más, justo donde la zona de gradas terminaba, para que pudieran ver algo?





Las chabolas y montañas de basura se ven al fondo:









Representación de un accidente de tráfico en Luanda:













4 comentarios:

  1. vaya pedazo de experiencia que estais viviendo!!!que envidiota me dais!!esto no lo vais a olvidar en la vida!!!!!sigo siendo pesada pero me encanta vuestro blog!!!esta tan bien explicado que parece que lo este viviendo!1besote enorme xa los 2!

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  2. Martaa, no eres nada pesada, me encanta que lo disfrutes así, sabiéndolo dan más ganas de escribir!! Ya ves si es un aventura q no olvidaremos!! Te quiero preciosa!! Besos a los 2 tb!

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  3. Estoy totalmente de acuerdo con tu amiga, lo vivimos y lo disfrutamos.!internet es maravillosa porque podemos disfrutar de tu dia a dia y hacerlo participe a todos y encima desde el movil. Genial!!!! Sigue poniendonos al dia de esta experiencia, que daria yo por tener tu edad.

    Un beso de la iaia que la tengo aqui al lado!!!

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  4. Petonets a les dues, us estimooo!!!

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