viernes, 8 de marzo de 2013

Rutina angolana :)


Hoy he recordado que yo antes escribía cositas en un blog...! Y es que, como todo, lo distinto ya empieza a ser familiar, lo extraño simplemente curioso y lo injusto sigue siendo injusto, aunque ya no es novedad.


Ya llevamos cerca de dos meses aquí y, aunque a pequeña escala, la rutina ya está entre nosotros. Suena un despertador lejano a las 6 de la mañana y yo me limito a cambiar de postura, semiconsciente de que Joan se levanta. Poco después, me da un beso y me dice que ahora vuelve. Deduzco que desayuna y vuelve a entrar a la habitación, se mueve silenciosamente cogiendo cosas aquí y allí y me da otro beso. Esta vez me recuerda que me levante, porque quiero asegurarme que cuando me quedo sola, el pestillo de la puerta está echado por dentro. Me levanto como puedo, Joan se ríe de mi y me dice que soy guapa y le acompaño a la puerta. Si tengo una mañana lúcida, puede que le recuerde que coja la gorra y se ponga crema, aunque la mayoría de veces sólo me sale desearle que le vaya muy bien el día. Vuelvo a la cama y duermo un ratito más.

Pocas veces me despierto con el despertador, que lo pongo a las 9h. Me suele despertar una mujer que vende pescado por la calle y grita de una manera muy peculiar. En realidad es más un canto que un grito, pero es que repite una y otra vez la misma frase que aún no he logrado entender. Dura unos cinco segundos, y toda con el mismo tono de voz, bastante agudo pero potente a la vez, y con un toque nasal... Digo que la mujer vende pescado porque Joan dice haberla visto por la calle alguna vez, pero yo no lo he podido comprobar aún.

Me lavo la cara, me visto y voy a desayunar, que el restaurante cierra a las 10h y una no quiere quedarse sin su ración. Entro en el polo norte, me despierto de golpe y pido que bajen el aire acondicionado, por favor. Leche con cereales, bocadillito de chorizo con mantequilla, bikini de jamón y queso, tostada, tortilla francesa, bacon, zumo... Noo, todo nooo!! Jajaja! Hay mucha variedad y cada día podemos desayunar algo distinto, esto lo echaremos de menos.

Vuelvo a la habitación y me fundo con el que se ha convertido en mi mayor aliado: mi iPad <3 Clases de historia, de portugués, noticias, revistas de moda, blogs de periodismo, fotografía, facebook, instagram, correo, privalia y... toc-toc! Joan ya está de vuelta! Me explica lo que ha pasado por la mañana y a veces vamos a dar una vuelta antes de ir a comer.

Las tardes que el míster tiene que volver a trabajar son sesiones de gimnasio para mi, si no ratitos de libro y a lo mejor alguna gestión que otra bodil, que el tiempo se nos echa encima. En alguna ocasión le acompaño para ayudar con un tema de organización para el club y aprovecho para hacer fotos mil, que con estos niños tan guapos en inevitable darle al disparador. Las tardes libres las pasamos viendo sitios nuevos, yendo al súper a por un capricho, tomando el sol y leyendo en el jardín o en la playa, pero como os decía antes, eso ya no es mucha novedad!

Y por la noche, después de cenar, una sesión de Homeland, Polònia o APM no nos la quita nadie. Pocos segundos después y sin darnos cuenta ninguno de los dos, Joan ya está en el séptimo sueño, y yo con los ojos abiertos de par en par. Definitivamente, nuestro día a día ha cambiado. Una rutina diferente!

Lo sé: qué vida tan dura la mía! Pero no sé cómo, no paro de hacer cosillas, y hay tardes en las que me llego a decir a mi misma que al final "no me ha dado tiempo de hacer esto o aquello".

Y para salir de la rutina, mañana tenemos planazo. Por fín llegó el día... Nos vamos de safari! A ver si tenemos suerte y vemos unos cuantos animalejos, que ya se sabe que un safari puede ser traidor... Prometo fotos!

Os dejo fotos de un entreno de tarde de los más pequeños del club que Joan coordina:
















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