Y por fín llegó el día: SAFARIII!
Después de semanas mirando documentales, la guía de Luanda, revistas digitales de National Geographic, varias páginas web y una muy clave en facebook, hemos cumplido uno de nuestros principales objetivos en Angola.
A las 5.30h ya estábamos en pie, y a partir de ahí ya no sé a qué hora hicimos cada cosa porque mirar el reloj era perder de vista por unos segundos un paisaje espectacular.
El 4x4 vino a buscarnos al hotel y fuimos a buscar a 4 personas más antes de ir hacia el parque. A mitad de camino paramos en el mirardor da Luna, donde bajamos del coche sin muchas espectativas, la verdad, porque lo que en realidad queríamos era ver elefantes y verlos ya, y de repente, nos encontramos con esto... Sin palabras.
Poco después llegamos a Barra do Kwanza, donde hay un pequeño campamento que se llama Kwanza Lodge, con sus bungalows que invitan a quedarte una semanita o dos. Allí desayunamos disfrutando de las primeras vistas al rio Kwanza y luego cogimos una barca que nos dió un paseo de casi 2h. Además de un paisaje espectacular, vimos varias águilas enormes y otros pájaros, auqnue no tuvimos la suerte de ver a los monos saltar de liana en liana... Una de las cosas que más me llamó la atención fue ver las cestas azules que colgaban de los árboles, una señal inequívoca de que había moscas tse-tse por la zona. Brrrrrr!
El barco nos volvió a dejar en Barra do Kwanza para coger el 4x4 de nuevo e ir hacia Kawa Camp, un campamento que está enmedio del parque de Kissama. De camino al campamento paramos en otro mirador:
Llegamos a Kawa Camp a la hora justa para comer, donde una vez más pudimos disfrutar de unas vistas preciosas y de algunas curiosidades, como este homiguero gigante.
Después de comer subimos otra vez al 4x4 que esta vez nos daría una vuelta de unas 3h por el parque, siguiendo los caminitos marcados en busca de animales e inventándonos caminos donde no los había cuando veíamos alguno que estaba un poco lejos. Y ya no explico nada más, las fotos hablan por sí solas...
Sólo una cosa más a añadir, y es esta parada que hicimos al lado de un inmenso baobab, donde además de huellas de elefante había restos de los huesos de un antílope enorme!!
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